Este pasado fin de semana, del 6 al 8 de mayo, un grupo de 36 personas se juntaron para mirar al verano con los ojos puestos en el Sur global y la desigualdad en el mundo. Participantes y acompañantes de las Experiencias Sentido Sur de la Pastoral MAG+S, voluntarios y profesores de Educsi de la Experiencia Sur de Entreculturas y de la Universidad Loyola (UNIJES) formaron parte del encuentro. Este fin de semana fue organizado conjuntamente por representantes del sector social y el sector del servicio de la fe como parte de la formación de los voluntarios internacionales que en verano se integrarán en distintas realidades de 7 países diferentes.
En este segundo encuentro de formación el objetivo, además de seguir fortaleciendo la identidad de grupo, era poder dar algunas pistas para entender la realidad de pobreza, desigualdad y marginación en la que se van a integrar este verano durante las distintas experiencias que van a vivir en países como Camerún, Chad, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador o Guatemala. Para ello, el sábado por la mañana el grupo pudo escuchar a dos expertos del ámbito de la cooperación internacional; Ramiro Viñuales de la Fundación Salvador Soler facilitó una formación sobre desigualdad, sostenibilidad y ecología, y Yénifer López de Entreculturas continuó con una presentación sobre la Ciudanía Global que invitaba a los presentes a considerar cómo los problemas locales son, además, globales.
Para poder profundizar en lo trabajado por la mañana, el grupo se dividió para seguir reflexionando sobre las implicaciones de lo escuchado para sus respectivas experiencias. El sábado por la tarde fue especialmente emocionante porque por fin conocieron sus destinos, información que, hasta este fin de semana, no se les había ofrecido. Al mismo tiempo, los cuatro grupos organizados por la Pastoral MAG+S tuvieron tiempo para rezar, compartir y crear comunidad con las personas con las que viajarán este verano. El domingo se orientó la actividad desde algunos casos prácticos de situaciones que pueden presentarse a lo largo de las semanas los grupos que van al Sur. Desde Cómo responder a diferentes situaciones, cómo cuidarte a ti mismo y cuidar a las personas con quienes viajas hasta cómo afrontar situaciones de injusticia, reconociendo las limitaciones de una experiencia de corta duración. Esta oportunidad para dialogar ayudó a aterrizar un modo de ser y estar y así poder preparar la experiencia desde el ‘a dónde voy y a qué’.
Este tipo de oportunidades no solo permiten que todas las personas participantes regresen a casa con motivación e ilusión por lo que está por venir y con una mirada ya más amplia hacia el Sur global, sino que nos recuerda esta red que tejemos entre todos y que es más amplia que las propias instituciones y nos pone a diferentes sectores, y diferentes congregaciones religiosas que acompañarán las experiencias (Hijas de Jesús y Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús) orientados en una misma misión que nos transciende. Solo queda ahora pedir al Espíritu que sople en cada uno de los participantes para que sean semilla del Reino allá donde se encuentren estas semanas de verano.