Este domingo 28 de enero, Diego de Kisai Haro ha hecho sus últimos votos, que marcan la incorporación definitiva a la Compañía de Jesús. En la eucaristía de familias de las 13:00h en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, un buen grupo de jesuitas y amigos se sumaron a los participantes habituales de la celebración para ser testigos de este «sí»al final de un largo camino de formación.
En la homilía, José María Rodríguez Olaizola, delegado de la Plataforma Apostólica de Madrid, trayendo el evangelio del día al momento presente, expuso cómo la misión de expulsar espíritus inmundos sigue siendo hoy vocación del cristiano, y cómo la autoridad se gana en una vida coherente con el evangelio y con la propia vocación particular. Y ahí se dirigió directamente a Diego para animarle a ser coherente con lo que hoy expresaba en la profesión de esos votos.
Hacer del amor la lógica que construye sociedades
«Lucha contra el mal -le dijo- plantea alternativas que permitan hacer del amor la lógica que construye sociedades. Todo ello solo podrás hacerlo desde la única autoridad del cristiano. Ser coherente con la vocación a la que hoy respondes definitivamente. Ser coherente en tu forma célibe de vivir el amor, en tu forma discreta de vivir la pobreza, y en tu forma madura de compartir una misión en obediencia. Eso es lo que pedimos hoy para ti y para todos, cada uno en su vida, coherencia a la hora de vivir el evangelio». En una celebración muy participada, los niños del colegio entregaron a Diego un dibujo recogiendo su interpretación del evangelio del día.
En sus palabras de acción de gracias, Diego expresó su gratitud por poder celebrar este día en medio de un tiempo ordinario «porque es justo ahí donde Jesús puede hacer cosas extraordinarias». También tuvo palabras de recuerdo para personas que han sido muy significativas en su historia de fe, para compañeros que han ido compartiendo su camino y para la enorme comunidad con la que hoy comparte misión y esfuerzo. Con una imagen y una petición concluyó unas palabras sentidas y entrañables: «Hoy me siento igual que el montañero que subiendo hacia la cumbre cree que ya está a punto de llegar.
Un paso en el que se abre el horizonte
Hoy es el día en el que das ese paso en el que se te abre el horizonte, que te permite ver agradecido el paisaje que vas dejando atrás, pero que todavía queda un buen trozo para llegar al final. Una experiencia en la que se une la alegría y el compromiso por seguir, ya sin vuelta atrás. Estoy convencido de que Dios me sigue cuidando y llamando, como jesuita y sacerdote, a escuchar su voz. Esto último es lo que estos momentos más me importa y más anhelo. Sé que su voz convierte mi corazón de piedra, en un corazón de carne. No hay mejor ocupación que esta.
Por eso os pido que sigáis orando por mí, que no se me tapen los oídos, que no me venza la pereza y la comodidad, de manera que en medio de la vida ordinaria, a la luz de cómo la vive María, sienta con verdadera alegría y agradecimiento que Dios Padre me llama y me confirma a seguir con humildad a su Hijo, como discípulo y jesuita, en esta Iglesia en la que, con muchas fragilidades y también fortalezas, tratamos de poner el amor más en los hechos que en las palabras». Nos alegramos de este paso y compartimos la oración por Diego. AMDG