Toda la semana amenazaba lluvia. Parecía que este año los Caminos de Hospitalidad en Madrid iban a estar pasados por agua. Una experiencia, quizá más incómoda, pero también muy auténtica de lo que miles de personas en todo el mundo viven en sus travesías hacia una vida que esperan mejor.

Sin embargo, la tarde apareció despejadísima, haciendo del recorrido que las instituciones sociales de la Plataforma Apostólica de Madrid habían organizado, un momento agradable para reflexionar en conjunto acerca del hecho migratorio, en el marco de la Campaña Hospitalidad, presentada en Casa San Ignacio esa misma mañana del jueves, 17 de junio. Así, en el huerto urbano de Ventilla, comenzaba el acto #SumoMiCamino de Madrid.

Para empezar el camino, un joven del Proyecto Baobab de Pueblos Unidos leyó el manifiesto de la Campaña Hospitalidad de este año. «Los datos muestran que el 3,6% de la población mundial reside en un país distinto al de nacimiento (…) El 1% de la población mundial son personas que se han visto forzadas a abandonar su país». Estos son algunos de los datos que sustentan la Campaña Hospitalidad. «Hablamos de una Hospitalidad necesaria a lo largo de todo el proceso migratorio – origen, tránsito y destino -en el que se producen constantes violaciones de derechos».

Después de la lectura del manifiesto comenzó un paseo por diferentes lugares del Barrio de la Ventilla, en Madrid. En cada parada del camino, cuatro verbos vinculados a cuatro brechas del camino de los migrantes. Los cuatro verbos (acoger, proteger, promover e integrar), son los que el Papa Francisco propone para una mejor atención de los migrantes.

Cada una de las paradas, iban acompañadas de una reflexión en conjunto leída, primero, por alguno de los participantes y, a continuación, algunas imágenes que hacían alusión a cada punto del camino.

Acoger, identificada con la brecha del viaje, «significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino», leía el grupo. Y terminaba la primera parada: «queremos reivindicar el derecho a no migrar y la importancia de una cooperación al desarrollo y una ayuda humanitaria eficiente y solidaria».

La segunda parada: Proteger. Vinculada a la brecha de las fronteras: «que es la que impide a lasa personas acceder a los territorios, a los derechos que les amparan en el estado español o a ser protegidos». Proteger se conjuga «con toda una serie de acciones en defensa de los derechos y la dignidad de los migrantes y refugiados (…) asistencia consular, derecho a tener consigo los documentos de identidad, acceso equitativo a la justicia, posibilidad de abrir cuentas bancarias y garantía de lo básico para la subsistencia». La segunda parada también sirvió para reivindicar la protección de la vida y los Derechos Humanos de la personas migrantes: «impulsando vías legales alternativas y complementarias».

A lo largo del recorrido los vecinos del barrio y los beneficiarios de los distintos proyectos de acogida de las organizaciones sociales de la Compañía de Jesús en Madrid, así como voluntarios y trabajadores, se mezclaban y hablaban de sus distintas realidades. Momentos para compartir experiencias vitales, conocerse mejor, fortalecer los lazos.

La tercera parada: Promover, relacionada con la brecha de la inclusión. Promover quiere decir que a los emigrantes se les dé la posibilidad de «realizarse como personas en todas las dimensiones que componen la humanidad querida por el Creador». La tercera parada quiso reivindicar la importancia de promover la inclusión y plena participación de las personas migrantes, incorporándolos «a las dinámicas comunitarias y los tejidos sociales».

La cuarta y última parada, el verbo integrar, vinculada a la brecha de la convivencia. Los discursos xenófobos y de odio dificultan la inclusión de las personas emigrantes, al criminalizarles, colectivizarles y descartarles de nuestra convivencia. La presencia de emigrantes y refugiados es «una oportunidad de enriquecimiento intercultural». La integración «exige un acompañamiento que garantice una respuesta seria e incluso prolongada en el tiempo».

Terminaba así, una año más, el acto de la Campaña de Hospitalidad en Madrid. Pero no el camino, que continúa a lo largo de todo el año. Para seguir acogiendo, protegiendo, promoviendo e integrando a tantas personas que llegan a nuestros barrios buscando una vida mejor.

Puedes ver este vídeo resumen del acto aquí:


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