Gerardo Villar SJ es el nuevo delegado de PA Madrid


La Plataforma Apostólica de Madrid ha dado la bienvenida a su nuevo delegado, y también nuevo Superior de la Comunidad del Recuerdo, Gerardo Villar SJ. Ha sido en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo donde se ha celebrado una Eucaristía presidida por el provincial de España, Enric Puiggròs SJ, en la cual estuvieron presentes varios compañeros y amigos.

En ella también se despidieron, como delegado de la PA Madrid, José María Rodríguez Olaizola, y como superior de la Comunidad Juan José Tomillo.

Ante la invitación evangélica a remar mar adentro y echar las redes, Enric quiso agradecer la disponibilidad de las personas para asumir nuevas responsabilidades. En un día en el que 6 jóvenes han entrado al noviciado -dijo- es buen momento para seguir pidiendo al Sembrador que llame a obreros a su mies.

Pero, ¿a qué llama Dios? No a estar en la playa relajadamente -continuó-. 

Con la llamada a remar mar adentro Dios nos invita a ser Iglesia en salida, como repite Francisco.  Salir de propios esquemas; salir del propio amor, querer e interés. Ir al encuentro de la gente, que muchas veces se halla fuera de los muros de nuestras actividades diseñadas a priori.
Además, Dios llama en un momento en que nuestras fuerzas parecen flaquear. Dios entra en un momento donde las capacidades de los pescadores han llegado a su límite (¡Pedro le dice que han estado esforzándose toda la noche!). Sin embargo desde ahí, Jesús, les dice: volved a tirar las redes. Volved a intentarlo, esta vez, en mi nombre. No en el tuyo…en el mío. Y entonces ocurre la sorpresa de ese Señor que es Maestro.

La sabiduría no la dan las redes sociales, o el postureo social que encumbra y denosta a personas siguiendo criterios bien discutibles. La misión que seguimos es la de Jesús: una misión de reconciliación que mira los márgenes de nuestro camino, que se detiene para recoger a mujeres y hombres que el sistema desecha y se pone en camino.

 La Compañía de Jesús en Madrid es una realidad riquísima de instituciones y personas. Me gustaría hablar de tres invitaciones que tenemos las personas e instituciones presentes aquí.

  • La primera invitación es contemplar con serenidad y realismo, el lujo que supone la exuberancia de esta PA en relación con otras realidades de la Provincia. Esto supone una invitación a sostener el dinamismo de otras realidades menos fuertes.
  • La segunda invitación es a mirar más allá de mi grupo y comunidad. Y parafraseo un comentario del P. General ayer en Comillas, hablando de los centros universitarios, pero que bien podemos hablar de cualquier institución: una institución/obra/comunidad sola puede ver comprometida fácilmente su sostenibilidad. Pero una red de presencias que se relacionan, que se reconocen en su complementariedad (no en su conflicto de competencias) pueden ayudar a dar eclesialidad y universalidad a una llamada que el Señor nos hace hoy de remar mar adentro.
  • Dice la primera lectura: “que nadie se gloríe de pertenecer a ningún hombre”. Es así como conquistamos la verdadera libertad, la que sólo Dios da. Porque es reconociendo lo que de Dios hay en cada persona es como conseguiremos responder a la invitación de Dios de transformar nuestra vida, nuestra ciudad, nuestro mundo.

Agradeciendo a Juanjo y José Mari el servicio prestado, y a Gerar el que comienzan, terminó invitando a todos los jesuitas y laicos de esta plataforma a ponernos en manos de Dios para que sepamos abrirnos a los nuevos momentos que el Señor está proponiendo a su Iglesia y a la Compañía. Que como familia ignaciana sepamos ponernos a la escucha y no nos quejemos demasiado cuando el Señor nos pida, otra vez, echar las redes. Los peces están ahí.

En la acción de gracias de la eucaristía, y tras el agradecimiento de Juanjo y José Mari, Gerardo tomó la palabra. Recordó que el día anterior alguien le escribía que, a la hora de partir a un nuevo destino, los militares se desean «Buen servicio».  Es un buen deseo también para comenzar esta etapa para él. También hizo alusión a un aspecto de su vida que le ha ido acompañando siempre: la confianza en que el Señor dirige sus pasos.  Así lo expresaba: «Tengo la confianza plena en que el Señor dirige mi vida, me lleva, me trae, ha estado, está y estará seguro. Él siempre va por delante y me espera en muchos rincones».

Acabó su intervención agradeciendo la presencia de las personas que habían acudido a esta celebración y con un deseo: el de ponerse a disposición de toda la Plataforma Apostólica de Madrid para seguir tejiendo red y crecer como comunidad. Al finalizar el acto todos pudieron disfrutar juntos de un aperitivo y refrigerio, en el cual los buenos deseos estuvieron muy presentes.


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