El sábado 8 de marzo, en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, tuvo lugar la celebración de un encuentro de la PA Madrid-Ebro y la Red Ignaciana. La mañana unió a cerca de 200 personas, provenientes de todas las comunidades, obras e instituciones de la Plataforma Apostólica: jesuitas, laicos y laicas de distintos ámbitos apostólicos (social, pastoral, colegios, espiritualidad, universidad, curia), y de todas comunidades ignacianas laicales que forman la Red Ignaciana.
El encuentro comenzó a primera hora y cerca de las diez, Gerardo Villar SJ, Delegado de la PA Madrid-Ebro, dio la bienvenida a los asistentes. Posteriormente, Cristina Fernández de Córdoba y Queco Suárez. presidentes de la Red Ignaciana, se encargaron de presentar la jornada y al ponente, Fonfo Alonso-Lasheras, quien se encargó de la charla motivacional y los puntos sobre la cultura vocacional.
Después de la charla hubo un rato de oración y, pasado el mediodía, compartieron en grupo lo reflexionado. Para finalizar este encuentro celebraron la eucaristía y un ágape fraterno, donde siguieron compartiendo y disfrutando de la compañía. Estos encuentros suponen un espacio privilegiado donde fortalecer la unión de ánimos y seguir tejiendo la red de proyectos y colaboraciones entre todas las realidades apostólicas que forman parte de la Plataforma Apostólica Madrid-Ebro.
Algunos testimonios de la jornada
Emma, de CVX Pedro Arrupe, destaca la charla de Fonfo: «Nos lanzó preguntas tales como para quién soy yo y cómo podemos ayudar a los más jóvenes a descubrir la plenitud de vida a la que son llamados», comenta. Para ella, reconoce, fue un regalo coincidir con miembros de la pastoral de Alcalá de Henares, CVX Cana, oficina Mag+s Maldonado, CUFJ y Compañía de Jesús de distintas edades y con distintas vivencias.
Nos cuenta Carlota que sintió el amor de Dios: «Un amor gratuito que no pide nada a cambio, ese sentirme amada tal y como soy que me empuja a devolver ese amor a todo mi entorno, intentando ayudar a construir el reino de Dios no solo en mi casa, sino fuera, en todo lo que me rodea», añade.
El jesuita Luis Argila cuenta que acabó el día agradecido por haber podido compartirlo con tantos compañeros y colaboradores de Madrid: «Tuvimos un tiempo tranquilo para rezar por las vocaciones y estoy especialmente agradecido por haber podido servir como diacono en la misa al cumplirse el sábado un mes de mi ordenación», finaliza.
Puedes ver algunas fotos de la jornada aquí.