En Madrid, 400 años después


En la mañana del sábado 12 de marzo, la Plataforma Apostólica ha celebrado el 400 aniversario de la canonización de Ignacio de Loyola, Francisco Javier y otros tres santos: Teresa de Jesús, Isidro Labrador y Felipe Neri. La mañana comenzó con un retiro que dirigió Abel Toraño, SJ, coordinador en España de Ignatius 500 y maestro de novicios de la Provincia de España. Al retiro acudieron algunas personas enviadas por las comunidades de laicos y jesuitas y las instituciones de la PA. La meditación se centró en la figura del fundador de la Compañía y en su proceso de conversión.

Algunas de las ideas que expuso Toraño la importancia del silencio para escuchar a Dios: Ignacio necesitó de mucho silencio para entender las mociones que Dios iba poniendo en su corazón. Así, también es importante para cada uno buscar momentos para escuchar a los demás. La entrega de Ignacio, además, fue una entrega completa, sin red, al modo de Jesús. Una misión que es expresión del Amor. En palabras del Papa Francisco: «La misión es lo que el amor no puede callar».

Tras un rato de oración y un café, tuvo lugar una eucaristía a la que fueron invitadas a todas las personas cercanas a las Compañía de Jesús en Madrid. La Parroquia San Francisco de Borja, que acogió la celebración, se llenó de para compartir la misa en torno a la figura de los santos. En la predicación, Abel Toraño, que presidió la misa, habló sobre la santidad «que podemos traducir sin equivocarnos como amistad verdadera». Explicaba que, al final, se trata de responder a Jesús la misma pregunta que este le hizo a Pedro: «¿me amas?»

Los santos, contaba, se preguntaban si la relación con Jesús era tan importante como para que ello lo decidiera todo en su vida: «san Ignacio y San Francisco Javier entendieron que sí lo era». Y también que esa respuesta les llevaba, necesariamente, a entregarse a los demás.

Como símbolo, durante las ofrendas, también se presentó el libro de los Ejercicios, queriendo poner presente en el altar a toda la Compañía de Jesús y a sus colaboradores en esta misión por el Reino.

También en Alcalá de Henares tuvieron lugar algunas actividades, como una eucaristía en la Catedral presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Reig Plá.

Una mañana de encuentros y de oración que ayudan a sentirse parte de la misma familia y a dar gracias por la vida de quienes la entregaron por el Evangelio, la Iglesia y el mundo.


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