(Nota de Prensa) Infancia que huye

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  • Fundación la Merced Migraciones, en colaboración con la Cátedra Santander de Derecho y Menores de la Universidad Pontificia Comillas, organiza la jornada Infancia Refugiada, sobre la realidad de de los niños y las niñas refugiados en España.
  • 68 millones y medio de personas en el mundo se han visto obligadas a huir de su hogar, más de la mitad son niños y niñas.
  • Esta jornada se enmarca en el proyecto Solidaridad de Responsabilidades, del que forman parte entidades como Acnur, Save the Children, Unicef, Accem, el Instituto Universitario de Estudios Migratorios de la Universidad Comillas, Universidad Pontificia Comillas, Fundación Amaranta o Cear, y que coordina la Fundación la Merced Migraciones desde hace nueve años.
Madrid, 12 de diciembre
Con motivo de la semana de los Derechos Humanos Fundación la Merced Migraciones, en colaboración con la Cátedra Santander de Derecho y Menores de la Universidad Pontificia Comillas, ha organizado este miércoles la jornada Infancia Refugiada. De la acogida a la inclusión: hacia una solución duradera, para abordar la realidad con de los niños y niñas refugiados.
Existe una falta de visibilidad de la infancia migrante, comenzando por la inexistencia de datos fiables y verídicos, como ha explicado Patricia Fernández Vicens, abogada experta en infancia y migraciones en la Fundación la Merced Migraciones, durante su intervención en la jornada “no sabemos cuántos niños y niñas están llegando, no lo sabemos porque hay una parte de la infancia migrada que está totalmente invisibilizada, una consecuencia inequívoca de nuestra política europea de control de fronteras”. Las cifras oficiales de 2018 no están cerradas todavía pero, según Francisco Ortiz de Acnur, estarán entorno a 55.000 solicitudes de Protección Internacional y de estas solo 30 contabilizadas de niños y niñas sin acompañamiento familiar, una cifra “extremadamente baja” en comparación con la cifra total, especifíca Ortiz. Además existe una doble invisibilización, porque añadido a la falta de datos “existe una imagen muy masculinizada de la migración, sobre todo hacia nuestra frontera sur. La imagen de la migración es otra, muchas mujeres, muchas niñas, y muchas familias”, como explica Patricia.
 
En esta jornada, cuya apertura ha corrido a cargo de Alberto Ares, Director del Instituto Universitario de Estudios sobre migraciones de la Universidad de Comillas y Luis Callejas Rodríguez-Palmero, Director de la Fundación la Merced Migraciones se han identificado dificultades, retos y oportunidades en la acogida y en la integración y la inclusión de los niños y niñas refugiados en España y también ejemplos de buenas prácticas contando con la voz de jóvenes que se vieron obligados a huir de su hogar siendo menores de edad.
Dificultades como relatadas por Efraín, un joven salvadoreño de 16 años, que en su inmediata llegada a España con su familia sufrió las largas colas a la intemperie para conseguir una cita para iniciar su proceso de asilo en la comisaría de Aluche, sin que las instituciones proporcionasen las plazas de acogida pertinentes, obligándoles así a dormir en la calle. También a las dificultades a las que se tuvo que enfrentar Nour tras huir de Siria con 15 años para no ser reclutado forzosamente, porque además de la dureza de la huida de su hogar como explica “no fue fácil dejar a toda mi familia, mis amigos, mi colegio y emprender este viaje desde Siria”, una vez llegado a España el proceso de acogida estuvo marcado por la incertidumbre al no tener toda la información sobre qué implicaba el proceso de asilo “no sabía que a partir de ese momento la solicitud me ataba a España”, y por la frustración al pasar por diferentes centros de acogida hasta cumplir la mayoría de edad.
 
También sean expuesto ejemplos de buenas prácticas en materia de acogida como el proyecto MINA de Cruz Roja, a través Lucía Ridruejo, voluntaria del proyecto; o el Proyecto Solidaridad de Responsabilidades, en el que se enmarca esta jornada, que trabaja por la protección de los niños y niñas solicitantes de protección internacional ofreciendo formación, orientación y acompañamiento a los agentes implicados en los procesos de integración de infancia refugiada. Además de estos ejemplos en materia de integración se han expuesto como buenas prácticas en la participación de los niños y las niñas migrantes y refugiadas, el reconocimiento CAI de Unicef al Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, que ha explicado Vanesa Seguro del Ayuntamiento, y el ejemplo de los Puntos seguros infancia en frontera y participación en informes de las voces de la infancia de Save the Children, haciendo hincapié en la falta de escucha como motivación inicial para desarrollar estos espacios seguros que, como explica Jennifer Zuppiroli, de Save the Children, “están hechos para escuchar a los niños y niñas”.
Isabel Lázaro, Profesora Propia Ordinaria de Derecho Internacional Privado en Universidad Pontificia Comillas, ha sido la encargada del cierre de esta jornada, destacando la participación de los jóvenes refugiados, Efraín, Nour, Alí y Barry por poner voz a la realidad de los niños y niñas refugiados en España; “la dificultad de las cifras que nos impide un conocimiento de la realidad en la que nos movemos”, la falta de adaptación del sistema para responder a las necesidades y los derechos de estos niños y niñas y la necesidad de entender “que la humanidad se mueve”.