Las últimas palabras de Jean Vanier fueron: «No sabemos lo que será del futuro, pero sí sabemos que Dios es bueno». El pasado martes, 14 de mayo, en la parroquia San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, la comunidad Fe y Luz que allí se reúne celebró una eucaristía de acción de gracias por la vida del teólogo Jean Vanier, fundador de las mismas. La presidió el consiliario de la comunidad, Miguel Campo, SJ.
«Hoy, con tristeza y esperanza le damos gracias a Dios», dijeron en el saludo inicial. A la emotiva celebración asistió un gran número de participantes de las comunidades ARCA y Fe y Luz de Madrid. Durante la primera parte de la homilía, Miguel quiso resumir las tres cualidades de las comunidades Fe y Luz: «una comunidad en la que nos perdonamos (…) una comunidad en la que nos aceptamos como amigos, (…) un lugar en que vivimos la comunidad (…)».
En la segunda parte de la homilía amigos, conocidos y miembros de la comunidad quisieron decir unas palabras para despedir a Vanier. Representantes de las Comunidades ARCA también tuvieron un recuerdo agradecido a Vanier: «las comunidades ARCA se cimentan en la fragilidad», dijeron parafraseando al fundador.
Las ofrendas estuvieron llenas de simbología: una pandereta, para simbolizar la fiesta; una fotografía, para simbolizar la familia y la comunidad; un regalo, como modo de dar gracias por Vanier; un corazón, para simbolizar el amor y la fraternidad… además del pan y el vino de la eucaristía. Al finalizar la misma, los asistentes cerraron el acto bailando juntos una tradicional danza judía para expresar con el cuerpo el agradecimiento a Dios por la vida de Jean Vanier.