“El mundo pertenece a quienes le den esperanza.” S. Ignacio en la PAL Madrid

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  • El 31 de julio se celebra San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús
  • La Parroquia San Francisco de Borja acogió la Eucaristía presidida por el arzobispo de Madrid
  • El delegado de la PAL agradece a los amigos de la Compañía de Jesús: "vosotros sostenéis nuestra vocación
  • Los 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, siempre son buen día. Suele hacer calor en Madrid y el ambiente se respira festivo para los que compartimos la espiritualidad ignaciana. Como cada año, la PAL (Plataforma Apostólica Local) Madrid invitó la tarde del martes a los amigos y colaboradores a disfrutar de una Eucaristía en la Parroquia San Francisco de Borja (calle Serrano, 104).
    Ante una Iglesia abarrotada de personas de la familia ignaciana, el cardenal arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, presidió la celebración. El obispo quiso poner el foco en la fuerza de seducción de Jesucristo, que hace a los cristianos asumir un compromiso, asumiendo los propios límites, pero confiados en la Fuerza del Señor.
    “Es cierto que el Señor es quien seduce”, continuó don Carlos, “Ignacio de Loyola construyó desde la fuerza experientada de Jesucristo, un camino para que todos los hombres experimentaran la seducción que produce el encuentro con Él.”
    Gran parte de la homilía se desarrolló alrededor de los Ejercicios Espirituales: “el horizonte de Verdad que persiguen los Ejercicios de San Ignacio apuntan a un hecho de gracia: a que el hombre dé resultados del consuelo de Dios.”
    Tampoco perdió el cardenal la oportunidad de hablar del Padre Arrupe en el año en que el Padre Sosa, General de la Compañía, ha anunciado el inicio de su proceso de beatificación. Osoro rescató una respuesta de este en una entrevista: “Trato siempre de hacer lo que me parece mejor que, en resumidas cuentas, es hacer siempre lo que Dios quiere”, y preguntaba a los presentes: “¿no os parece que esto es hacer todo para Gloria de Dios?”.
    Terminó el arzobispo su intervención animando a los presentes a ser hombres y mujeres de esperanza: “el mundo pertenece a aquellos que le den mayor esperanza”.
    Antes de finalizar la Eucaristía, Pablo Guerrero, delegado de la PAL, dirigió a los asistentes una palabra de agradecimiento: “Vuestra fe, vuestras oraciones, vuestra amistad, vuestro compromiso con los pobres, vuestra dedicación a vuestras familias… todo ello sostiene nuestra vocación. Estamos aquí por vosotros y para vosotros.” Y añadió: “esto se hace especialmente verdad en aquellos que sois capaces de saltar el muro que a veces ponemos y ver en nosotros la persona concreta que está detrás de cada jesuita concreto. Vosotros nos ayudáis a descubrir que en Cristo termina la noche y comienza el día.”
    El día 31 de julio terminó, como no podía ser de otro modo, de la mejor manera posible: compartiendo una pequeña cena para dar, sobre todo, gracias.
    Puedes ver aquí una pequeña galería de fotos del encuentro: